lunes, 31 de marzo de 2014

Proyección Astral.

La proyección astral es quizás el más elevado nivel de consciencia del que sepa yo. Se le llama proyección astral a la separación de nuestro cuerpo físico de nuestro cuerpo astral o alma. Nuestra consciencia se mantiene en el cuerpo astral y éste mismo nos permite volar y viajar pero no en un mundo de sueños sino en el mundo real. En este estado podemos atravesar paredes y flotar libremente. Es lo más parecido a ser un fantasma.
Para lograr éste estado, según lo que he leído, uno debe auto inducirse el estado de parálisis. Ya que nos encontramos en parálisis, hay que obviamente estar muy tranquilos y concentrados. Debe uno imaginarse que se toma de una cuerda y la sube con fuerza. Es así como separamos al alma del cuerpo. Ésta explicación es bastante simple y está verdaderamente resumida, sin embargo dudo mucho que sea así de fácil. Supongo yo que antes de intentar algo como dividirnos en dos hay que tener un amplio y auténtico control sobre nuestros sueños primero.

La parte interesante es el cómo se relaciona la proyección astral con la gente sombra. Pues verás, ¿recuerdas que se dice que la gente de las sombras son almas en busca de cuerpos? ¿Recuerdas también que al realizar proyección astral acabas de "vaciar" tu cuerpo de un alma? Así es, has dejado tu cuerpo libre para cualquiera de estos seres hechos de sombras para habitar. O al menos eso se cree. La proyección astral es algo que honestamente jamás intentaría, aquello de dejar mi cuerpo atrás me da miedo. ¿Qué sucedería si dejamos nuestro cuerpo desprotegido y de casualidad uno de estos seres de sombras lo encuentra completamente disponible? Sería muy aterrador averiguarlo pero al mismo tiempo es un tema que me fascina.

Las sombras

Es común que durante una parálisis simplemente sintamos un pánico aterrador y solamente seamos capaces de abrir y cerrar nuestros ojos y que nada más pasemos unos feos segundos. Sin embargo, en ocasiones, una parálisis no sale tan bien. Imagina el horror de no poder ni siquiera mober tus dedos. Ahora agreguemos un sonido estático, parecido al de una televisión que sintoniza un canal vacío y sólo hace ruido. Empieza con un bajo volumen pero comienza a aumentar y nos comenzamos a desesperar. Pronto sentimos una presencia, no sabemos quién, pero sabemos que hay alguien o algo en la habitación con nosotros. Nuestra paranoia alimenta nuestro miedo y ansiedad. La sensación de una presencia es posteriormente confirmada por la aparición de una figura que parece ser huamana y está compuesta enteramente de sombras. 

A pesar de que hemos visto ya claramente que hay algo muy perturbante de pie en la esquina de nuestra habitación, nuestro cuerpo se niega a despertar. La sombra se acerca, comienzas a distinguirle unos ojos rojos vacíos, no solo en el sentido físico sino también en el sentido espiritual. Éste ser está vacío. Intentas moverte con todas tis fuerzas pero duele y no te estás moviendo ni un centímetro. Intentas gritar pero tu boca tampoco responde. Respirar se está convirtiendo en un verdadero reto. Se sigue acercando y tan solo te ve con el océano de nada que hay en su mirada. Te levantas muy rápidamente, estás jadeando y tu corazón sigue aclerado por el miedo. Finalemente acabó pero jamás olvidarás por lo que acabas de pasar. Acabas de pasar por una alucinación (¿alucinación?) y acabas de tener un encuentro cercano con una persona sombra o, en inglés, "shadow person". Ya no es tan divertido, ¿no?

No todo es tan bonito.

Como expliqué de forma muy temprana en el blog, al entrar en estado REM, como nuestra mente está generando sueños, desactiva nuestro cuerpo para que no hagamos movimientos físicos. Es un estado completamente natural. Sin embargo, controlar los sueños no es del todo natural a pesar de que lo podemos controlar. Es importante saber como conocedores del mundo de los sueños lúcidos saber qué es la la Parálisis del Sueño o, en inglés, "Sleep Paralysis". ¿Cuándo sucede esto y qué es exactamente? Pues bien, digamos que hemos "despertado" dentro de nuestro sueño. Sin embargo estamos muy emocionados y nuestro ánimo, como expliqué antes, hace que perdamos todo control sobre el sueño.  Despertamos. Recién estuvimos soñando y nos encontrabamos en estado REM, por lo tanto nuestro cerebro desactivó todos los movimientos del cuerpo. Nuestras mentes han despertado pero nuestros cuerpos siguen en un estado de reposo.

Nuestro cerebro no ha "prendido" al cuerpo. Por lo tanto, la sensación que se experimenta es de inmovilidad total y cuentan quienes han pasado por ello que se siente un peso en el pecho y que es difícil respirar. Entrar en pánico sería normal, sin embargo no es lo más conveniente. Lo mejor que uno puede hacer mientras se encuentra en esta parálisis es mantenerse calmado y esperar a que pase. La parálisis puede durar desde unos veinte segundos hasta unos dos minutos. Durante lo que dura la parálisis pueden suceder varias cosas, unas más perturbadoras que otras. Veremos más a detalle lo que nos puede suceder en la parálisis y probablemente te quite un poco el ánimo respecto a esto de controlar los sueños. 

sábado, 29 de marzo de 2014

Más allá de la diversión

Como mencionado anteriormente, podemos elegir integrar a las cosas o personas que queramos de forma voluntaria en nuestros sueños.  A quien sea que deseemos hacer aparecer en nuestro sueño, sea una persona viva o muerta aparecerá con un extraordinario detalle. Podríamos charlar con nuestros difuntos abuelos o pasar un rato con las mascotas que ya no están con nosotros. Nuestra mente puede también generar a Dios si lo deseamos y charlar con él. Cuando hablamos de hacer una entidad así presente en nuestro sueño lleva a un muy elevado nivel de espiritualidad y autoconocimiento. A este Dios, o realmente cualquier entidad que generemos, le podemos hacer pregubtas que resulten vitales para nosotros. Uno les puede hacer preguntas como: ¿Cómo será la mujer/hombre con quien me case? ¿A qué debería dedicarme yo para tener una vida próspera y feliz? ¿Qué me está haciendo sentir infeliz? ¿Cuál es mi propósito en esta existencia?


Lo que sea que te responda Dios, tu difunto abuelo o ser querido, lo más probable es que sea extraordinariamente acertivo y correcto.  Esto es porque a pesar de que les estás interpretando como seres divinos o seres queridos, estas apariciones en tus sueños no son más que productos de tu mente, de la parte subconsciente.  Por lo tanto no es literalmente una platica con Dios o un ser querido, sino una charla contigo mismo, con una parte se nosotros que no conocemos pero que ella a nosotros sí y muy bien. Es por eso que comunicarse con la mente subconsciente y hacerle ese tipo de preguntas es tan preciso, exacto y confiable, pues es uno mismo preguntándose a una parte más elevada de sí. Uno mismo es la mejor fuente de información para lo que uno mismo quiere saber. Me gusta relacionar esto con una frase que dice así: "No le preguntes a nadie que deberías hacer, pregúntatelo a ti mismo". Comunicandonos con nuestro subconsciente hacemos eso de la forma más literal.

miércoles, 26 de marzo de 2014

El Límite es tu Imaginación

En un sueño lúcido el límite de lo que podemos hacer es literalmente nuestra imaginación. Podemos decidir solamente explorar el entorno que nuestra mente ha creado esa noche y limitarnos a ello. Sin embargo podemos decidir también ejercer cambios arbitrarios en el escenario. Puedes decidir tener fuerza sobrehumana o escupir fuego, el superpoder que se te ocurra. Puedes decidir anular la gravedad o puedes visitar el lugar que quieras. Respecto a los lugares en nuestros sueños, hay varias formas de llegar o de estar en donde queremos. En nuestro sueño podríamos caminar directamente a donde queremos ir, saltar y volar para llegar o convertirnos en un caballo y llegar trotando. Se podrían llamar a estos métodos los métodos manuales, sin embargo no solo podemos controlar nuestras acciones sino también el entorno mismo. Es decir, podría yo decidir  cambiar la localización de mi sueño en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo se dice que cambiar los entornos por completo requiere de un alto nivel de control y práctica.  Se denominarían a estos los métodos automáticos o inmediatos.


Existen varias técnicas de las que me he enterado. La primera técnica es crear una puerta de forma voluntaria en medio de nuestro sueño. Tan solo hace falta definir a donde queremos ir para que la puerta que hemos creado nos lleve al lugar que queremos visitar. Otro método para cambiar el entorno es girar sobre el mismo punto y pensar en el lugar al que queremos ir. Una vez que dejemos de girar lo más probable es que ya nos hallemos donde deseamos estar. Podemos cambiar los entornos y hacer aparecer lo que queramos. Podemos revivir seres queridos que han muerto ya y pasar tiempo con ellos. Incluso se puede hablar con Dios si uno quisiera pero entraré en más detalle en este aspecto en la siguiente entrada.

martes, 25 de marzo de 2014

Controlemos Esto (Parte 3)

Podría uno creer que una vez que llegamos al punto en que despertamos en nuestro sueño es entonces ya muy fácil controlar el sueño y hacer lo que nos plazca. Sin embargo, como a mi me sucedió, la emoción del momento lleva a perder el sueño y despertar. Se debe aprender a serenarse antes de comenzar a ejercer control sobre nuestros sueños. Para lograr esto se recomienda que una vez que hayamos despertado pasemos de forma inmediata a concentrarnos sobre algo hasta calmarnos. La paciencia es otro elemento de vital importancia en el proceso de aprender a controlar nuestros sueños pues sólo quienes son realmente pacientes tienen la perseverancia para seguir intentado a pesar de fallar múltiples veces.

Por ejemplo, ya que me he dado cuenta de que mis manos no mantienen su forma y me doy cuenta de que estoy soñando, lo primero que procedo a hacer es ver fijamente mis manos y concentrarme en todos los detalles posibles. Se debe respirar ondo y concentrarse en no dejar ir el sueño.Una vez que ya nos hemos calmado, podemos proceder a explorar el "escenario" o realidad que nuestra mente ha generado. Después uno puede aventurarse a controlar lo que aparece en el sueño y lo que se hace en él. Caminar en nuesris sueños es algp fácil, sin embargo es una opinión popular el hecho de que aprender a volar dentro de nuestros sueños es bastante difícil. 

lunes, 24 de marzo de 2014

Controlemos Esto (Parte 2)

Se puede tomar consciencia en un sueño por mera coincidencia como fue mi caso pero es extremadamente raro que esto ocurra. Sin embargo existen métodos para poder despertar dentro de nuestros sueños con más frecuencia y practicar nuestro nivel de control sobre ellos pues despertar es una cosa, pero controlarlos es otra muy diferente. El primer paso que la gente con experiencia recomienda es mantener un diario de sueños. Uno debe dedicarse a escribir a diario lo que soñó con el mayor detalle posible. Para este paso es importante dormir bien y suficiente, para lograr los sueños con la mejor nitidez y claridad posible. Yo mismo he intentado este paso y es en verdad difícil a veces pues uno debe escribir su sueño lo más pronto posible. A mí me da flojera levantarme y tomar mi cuaderno para escribir en él y me digo a mi mismo que recordaré que soñé, pero la realidad es otra. Al cabo de unos dos o cinco minutos casi todos  los detalles de nuestro sueño se habrán ido ya. Por lo tanto es importante hacerse al hábito de escribirlos de forma inmediata si queremos controlar nuestros sueños.

Una vez que ya hayamos hecho el escribir nuestros sueños un hábito, lo que sigue es identificar cosillas o detalles que se repitan constantemente en nuestros sueños. Cada persona tiene señales distintas que aparecen constantemente en sus sueños. Por ejemplo, mis señales más repetitivas que he registrado hasta ahora son el estar en mi club o la presencia de albercas. Estas son dos señales que yo tomaré como base para identificar si estoy soñando o no. Para cada persona puede variar mucho, puede ser desde una persona que constantemente aparece o un lugar. Debemos identificar estas cosillas para proceder al tercer paso. 

El tercer paso consiste en hacer verificaciones de realidad o "reality checks". Estas verificaciones nos sirven para despertar dentro de los sueños. La verificación de realidad más común es el verse las manos, como hice yo. Por lo tanto, lo que haría yo sería que cada vez que vea una alberca o llegue al club me revise las manos.  Se debe volver a estas verificaciones un hábito pues dentro de los sueños hacemos los hábitos que hacemos en la realidad. Una vez que se me haya hecho un hábito y esté soñando ya con una alberca, por repetición constante y "entrenamiento" revisaré mis manos. Y sorpresa, veré que mis manos no tienen una forma definida o están deformadas y despertaré en mi sueño. Es importante repetir nuestras verificaciones de realidad lo más que podamos, veamos nuestras señales indicadoras o no. No hay que limitarse tampoco sólo a una forma de verificación, sino que se pueden tener varias. Leer cualquier cosa es otra forma común de verificar si se está soñando. En los sueños, las letras tienden a volar y no se quedan quietas. Igual los relojes, en los sueños el tiempo es completamente ilógico. Podemos voltear a ver nuestro reloj un momento, dejar de verlo, voltear unos instantes después y la hora habrá cambiado por completo.